jueves, noviembre 01, 2012

Soy el único, Orgasmatrón, la codiciosa mano extendida.
Mi pose es agónica, mis siervos expolian el país.
Obsequioso y arrogante, clandestino y presumido.
Dos mil años de suplicio, de tortura en mi nombre.
La hipocresía se hace primordial, ley la paranoia.
Mi nombre es religión, sádica puta sagrada.
Tergiverso la verdad, dirijo el mundo, mi corona es el engaño.
Soy el emperador de las mentiras, te postras a mis pies.
Te robo y te masacro, tu ruina es mi ganancia.
Y aun así haces de adulador y te regodeas en tu dolor.
Y todas mis promesas son mentiras, todo mi amor es odio.
Soy el político, y decido tu destino.
Marcho ante un mundo martirizado, un ejército para el combate.
Hablo de grandes días heroicos, de poderío y victoria.
Porto una bandera empapada de sangre.
Te insto a ser valiente.
Te conduzco a tu final, te conduzco a la tumba.
Tus huesos levantarán mis palacios, tus ojos adornarán mi corona.
Pues soy Marte, dios de la guerra, y te segaré.

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