lunes, abril 13, 2020

Cartas Vol. I
Es Domingo, los domingos te extraño más que otros días y seguro te preguntarás porque, que tienen de especial los domingos no ? Siempre odie ese día, me parecía una perdida de tiempo, sin sentido porque nunca le encontraba un sentido para hacer algo, hasta que mis domingos empezaron a ser tuyos. Desde ese primer domingo que pasamos juntos supe que iba a ser difícil pasarlos alejada de vos y acá estoy, pasándolo como puedo, extrañándote horrores, pensando que seguro tu domingo es otro de los muchos sin sentido con la diferencia que yo pienso en vos y vos, vos estás siendo vos en tu mejor expresión lejos de todo lo demás. Una cualidad que siempre admire, como haces para estar ausente de todo en el momento indicado (o menos indicado, depende de como lo veamos). 
Desde que te fuiste me propongo hacer cosas nuevas todos los domingos, en honor a que no puedo dejarme morir por tu falta, acaso sos tan imprescindible ? Todavía algo dentro mío dice que si pero lo vamos a ir averiguando con el tiempo; mientras tanto hago cosas tales como las que compartimos y con cada una te siento aunque sea un poquito cerca mío. 
Hoy por ejemplo me levante temprano, el día estaba frío y nublado pero no quería desperdiciarlo. Levante a Joni con la promesa de ir a comer algo rico por ahí, que era la única manera de que me de bola para moverse. Como nunca, fuimos a almorzar a un carrito al lado del río y mientras esperábamos la comida sentados en una mesa, no podía dejar de ver el barco estacionado a unos metros y pensar que hacía un mes nosotros estábamos ahí, por un lado quería llorar pero sabía que iba a arruinar todo ese momento tan lindo que estaba compartiendo. Comimos, nos reímos, hablamos mucho y Joni me abrazo tantas veces como me hizo falta; es mi salvavidas en este momento y estoy muy agradecida de tenerlo a mi lado mientras atravieso todo esto. Caminamos tomando latas de birra hasta que no pudimos más y nos acostamos en el pasto a mirar el cielo, entre risas y pelotudeses; me sentí muy viva otra vez, sentí ganas de estar así para siempre. 
Obvio que nada es igual si no es con vos, pero puedo por lo menos tenerte en mi memoria y pasar por lo lugares donde estuvimos y recordarte con una sonrisa y (a veces) con un par de lágrimas en los ojos; no se como conseguiste doblegarme tanto, pero lo hiciste, punto para vos.
Ahora estoy sentada en mi pieza, sola, escuchando música, tomando un té; me es inevitable no tenerte presente y por eso estoy acá, escribiendo una vez mas otra carta que jamás te va a llegar. Te amo tanto que me asusta, esta intensidad que hiciste renacer no la tenía presente hacía mucho tiempo (te odio un poquito por eso) me desespera muchas veces y recurro a calmar todas mis ansias con droga y alcohol, por un rato esta todo bien por lo menos y no pienso tanto, es como una autoviolación a mi cerebro que no para de mandarme información negativa, típico en mi.
Hoy por otro lado no tuve las agallas para hablarte, vos tampoco me buscaste, creo que por ahora es mejor así o eso quiero y me obligo a creer. A veces flasheo que se va a abrir la puerta de la pieza y vas a entrar con una birra en la mano, como siempre, pero todo eso es producto del desequilibrio que manejo últimamente, me haces tanta falta.. 
No me voy a seguir explayando, creo que lo demás es tu público conocimiento. Te amo, para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario