domingo, agosto 14, 2011

Fatal destino

Caía muy lenta la madrugada, afuera llovía y no se veía nada; buscaba otro trago que me calmara, algo que me bajara esta ansiedad. Recorrí las calles sin un rumbo cierto, a veces dormida, a veces despierta. Miradas perdidas cruzándose en sueños se mezclan con el humo de mi cigarette. 
Un rayo de sangre quebraba la noche, un minuto horrible de pisos mojados; el auto giraba para todos lados yo estaba mareada, no tenía control. El cielo lloraba mi fatal destino, dame 1/4 de soda, 3/4 de vino. Ahora miro las flores desde abajo, solo viví un pedazo de mi vida.

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